viernes, 11 de julio de 2008

REIGN IN BLOOD


Hablar de Slayer, es sin duda, hablar de bestialidad sonora, así lo acredita su popular álbum, “Reign In Blood”. Acelerado por una potencia magistral, colapsando todos los esquemas musicales ya conocidos y un talento tan impresionante que parece haber sido obtenido mediante un pacto con el Diablo, hicieron que este monstruoso álbum se inmortalizara, inmediatamente, dentro del Rock.

En 1986 el cuarteto más temible del poderoso Trash Metal estadounidense, lanzaba su obra musical más popular, y la vez, agresiva. Este trabajo sería el arma de ataque más importante de Slayer, ya que fue en esta precisa etapa cuando sus progenitores, Tom Araya, Kerry King, Jeff Hanneman y Dave Lombardo, encontraron su “perfecto” rumbo musical.

“Reign In Blood” es una obra cargada a la distorsión, donde domina, principalmente, el furioso sonido de las guitarras, más una batería, realmente demoledora. Estamos en presencia de un álbum sumamente recomendable, pero solo para aquellos que pueden resistir el odio en su máxima expresión.


Desde el comienzo, “Angel Of Death”, nos impone las reglas, amenazando, que nadie saldrá vivo ante esta brutal muestra de caos sonoro. Los gritos del chileno Tom Araya, el complemento perfecto, de la dupla Hanneman-King, en las seis cuerdas metálicas, más la diabólica forma de estremecer la batería de Lombardo, dan vida a un clásico himno del Trash Metal.

“Piece By Piece” mantiene en alto el nivel sonoro, “Necrophobic” ayuda a estabilizarlo, mientras que “Altar Of Sacrifice” aniquila todo lo que se interponga en su camino. Estos son, simplemente, tres temas, pero su gran nivel “instrumental” los convierten en una verdadera maquina asesina.

“Jesus Saves” propone, inicialmente, una calma musical, para luego estremecer cada rincón de nuestros oídos con las fuertes líricas de Araya, en compañía, de un radical ambiente, saturado en caos.

“Criminally Insane” enseña desgarrados y bruscos cambios, donde destaca la sorprendente técnica, energía, y sobre todo rapidez, del talentoso Lombardo.

Lo siguiente es un interesante duelo, donde predomina la desesperada velocidad de “Reborn” versus la adrenalínica “Epidemic”.

El clásico “Postmortem” trata de desorientarnos con un comienzo más pausado, pero igual de imponente, para terminar en un éxtasis musical, realmente, despiadado.

Apenas escuchemos el tenebroso rugir del relámpago, en compañía de unos tibios riffs, debemos prepararnos para recibir, violentamente, los densos golpes de la batería. A esta altura todo estará consumado, ya que el clásico “Raining Blood”, penetrará, sin misericordia, nuestra desesperada mente. Mientras los relámpagos se transforman en afiladas embestidas Rockeras, la sangrienta lluvia comenzará a pintar todo con un, escalofriante, color rojo. “Raining Blood” finaliza, a lo grande, este tremendo y recordado álbum ochentero.

Quedarán tan asombrados con la seductora velocidad y sonido, de este mítico “Reign In Blood”, que se volverán entes, radicalmente adictos, al violento estilo musical de Slayer.

Nota: En 1998, “Reign In Blood”, fue relanzado al mercado trayendo como novedad, en bonus tracks, dos canciones más, “Aggressive Perfector”, y “Criminally Insane”, este último como Remix, fueron los escogidos.


1 comentario:

Anónimo dijo...

mucha fuerza que hay que digerir